Desde que somos pequeños hemos ido al colegio para aprender cosas que siempre nos han dicho que eran básicas para la vida, como sumar, restar, dividir, multiplicar, leer, escribir, etc. Sin embargo nuestro colegio tiene un lema en especial
"Educar para la vida." y hasta hace poco no lo entendía ya que todos los colegios o institutos tenían la misma obligación de enseñarnos las mismas cosas a cada uno de nosotros sin excepción. Sin embargo me he dado cuenta que si hay cosas que nos enseña el Colegio Aljarafe desde siempre y no se trata de complicadas ecuaciones o largos análisis morfosintácticos, se trata de otras pequeñas cosas, que el mundo suele ignorar pero que son realmente necesarias para la vida.
Valores. Hemos aprendido valores cociente o inconscientemente ya fuera a través de asignaturas como ciudadanía o ética, pero ese colegio los lleva a un nivel superior. Nuestra última excursión, el Camino de Santiago es probablemente la excursión de la que más haya aprendido y más cosas me haya llevado a mi casa. Y es verdad que empecé el Camino como si fuera a un funeral, esperando que los días se me hicieran interminables caminando a todas horas, y así fue para mi los primeros días, pero llegó el día en que no pude más y lloré con todas mis fuerzas porque no entendía como iba a poder hacer ese camino tan duro sin algo que me motivara, pero realmente había muchas cosas que lo hacían.
Empatía y generosidad. Probablemente los valores más importante que he aprendido en este viaje. Nosotros empatizamos con una amiga cuando esta pasando un mal momento, pero no empatizamos con ella, simplemente le ofrecemos un hombro sobre el que llorar y le decimos que todo irá bien.
En el Camino, ni siquiera caminamos con nuestros propios amigos, si no que vamos con un grupo de personas con las que nunca hemos hablado. Pero conforme pasan los días nos sentimos más cansados y derrotados y nuestro compañero también, y ahí es cuando la amistad empieza y su dolor también es tu dolor, sus alegrías son las tuyas y sus sentimientos son los tuyos. Y si el/ella sufre sed, cansancio o hambre, tu también sueles sufrirla en esas condiciones, sin embargo le ofreces tu agua, tu comida, y tu hombro para que se apoye sobre ti. Realmente eso es lo que te cuestas, porque sin el/ella bebe de tu agua, tu pasarás sed, si come tu comida, tu pasarás hambre. Pero nada de eso importa porque el refrán
"Hoy por ti y mañana por mi." es allí donde realmente se cumple.
Constancia y afán de superación. Algunos somos más constantes que otros, pero al final todo tenemos que serlo porque no hay otra opción. O peleamos por llegar o nunca llegaremos, y cuando más cansados nos sentimos, sabemos que debemos pararnos un segundo, descansar y volver a sacar fuerzas de donde allá porque hay que llegar hasta el final. Hemos sido constantes, fuertes y hemos sacado las ganas y la fuerza del propio dolor y cansancio que sentíamos y nos hemos hecho más fuertes por eso. Hemos superado nuestras metas a pesar de que todo estuviera en nuestra contra y lo hemos hecho como uno solo a pesar de todo.
Enrique es el autor sobre
este artículo de opinión sobre su propia experiencia y aunque al empezar a leer este artículo creía que era una descripción más superficial de su experiencia, al leerlo una segunda vez pude ver como algunas frases simplemente describían sus sentimientos y reflexiones durante su etapa.
"Cada Camino es una experiencia siempre diferente. Cada viaje, aun pasando por los mismos lugares, es otro viaje. El Camino, como la vida, produce encuentros con personas interesantes. Las acerca y las aleja. Al final perdura una amistad imborrable, el recuerdo de una anécdota o el olvido para siempre."
Por último me gustaría agradecer a todos mis compañeros y profesores por esta última excursión, de la que he aprendido mucho más sobre mi misma, sobre mis amigos e incluso sobre algún profesor con el que he compartido tanto mis momentos de debilidad como yo he compartido sus momentos, ofreciéndole mi apoyo en todo momento. Muchas gracias por una última excursión inolvidable y os llevaré siempre conmigo.
"El Camino es como la vida. Como me decía un nativo en algún lugar. La vida no está al final del viaje, sino en el propio viaje."
Autora: Marta Blanco.